Psicóloga y CEO de TUTETI Contigo
El porcentaje de divorcios y separaciones en España es cada vez mayor. Durante el año 2014 se produjeron un total de 105.893 sentencias de nulidades, separaciones y divorcios. El número de divorcios se incrementó un 5,6%, el de separaciones un 2,7% y el de nulidades un un 2,7%. Detrás de estas cifras están miles de historias, hijos e hijas, en su mayoría menores, que sufren las repercusiones directas de las rupturas de pareja.
El divorcio o separación trae una serie de cambios económicos, sociales, personales y familiares, que no afectan solo a los adultos que deciden libremente romper su relación, sino también a sus hijos. Los niños se ven obligados a modificar todas sus rutinas diarias. Pasan de vivir en un hogar compartido con sus dos progenitores, a vivir de forma habitual solamente con uno de ellos y disfrutar de la presencia del otro de forma mucho más esporádica.
Es importante entender que el efecto potencialmente negativo que una ruptura de pareja tiene sobre los hijos no reside solamente en la separación o en el divorcio propiamente dichos, sino en la exposición del menor a ese proceso insidioso y prolongado de conflicto matrimonial que generalmente precede a la ruptura de pareja. De hecho, diversos autores subrayan que el conflicto entre los padres tiene efectos más perjudiciales que el propio divorcio o separación.
Algunas reacciones emocionales
- Entre los efectos emocionales más frecuentes están:
- Tristeza, abatimiento.
- Ansiedad y miedo a nuevas pérdidas.
- Culpa.
- Hiperresponsabilidad.
- Alteraciones del sueño.
- Ira y agresividad.
- Aislamiento social.
- Problemas escolares.
- Problemas de alimentación.
Algunas medidas preventivas para reducir los efectos negativos de la ruptura en los hijos
- Para prevenir las consecuencias negativas del divorcio en los hijos es importante:
- Explicarles qué cambiará en sus vidas y ofrecerles seguridad y afecto para afrontar la nueva situación.
- Proporcionar al niño una imagen positiva de ambos padres.
- Dar apoyo conjunto.
- No utilizar a los hijos como instrumentos en la ruptura.
- Apoyar un régimen de visitas amplio y flexible
- Dar permiso psicológico explícito para que el menor disfrute del otro progenitor ( en caso de que no hay custodia compartida).
- Respetar y fomentar la autoridad de ambos padres
Recuerda que si mamá y papá son felices, los hijos serán felices.
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Imagen inicial: pexels.com
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