Si estás leyendo esta entrada es porque ya
conoces o intuyes el enorme potencial que se esconde tras la red
de microblogging Twitter. Mucho os hemos hablado de Twitter: sobre cómo
conseguir más seguidores o qué errores evitar, por ejemplo. Pero aún sois
mayoría los que no lo empleáis, así que empecemos por analizar por
qué interesa tener presencia en esta red. A
día de hoy es una de las herramientas sociales más empleadas y se utiliza en
todo tipo de estrategias sociales, gracias a su simplicidad de uso, la
posibilidad de entablar vínculos emocionales y el gran poder de movilización
que ha demostrado. Es un huracán de información, contactos y comunicación
directa. Twitter nos permite construir relaciones, crear imagen de marca,
conectar con el usuario y fidelizarlo. Como profesional del Derecho puedes
aprovechar estas ventajas y posicionarte como experto convirtiendo tu perfil de
Twitter en un canal de referencia.
Es sin duda una plataforma de comunicación
que ha supuesto una verdadera revolución. No en vano es la segunda plataforma social a nivel mundial por
número de usuarios después de Facebook, en la que cada día se crean 300.000
nuevas cuentas y cuyos miembros (los tuiteros) son los más prolíficos y activos
de los social media enviando diariamente una media de 110
millones de tuits.
Algunos de los factores que explican el éxito de
Twitter y su rápida y creciente popularidad son:
- su poder como herramienta de marketing
- la inmediatez en la transmisión de comunicación
- la bidireccionalidad
- la sencillez de manejo
- su gratuidad
Abrir un perfil en Twitter es realmente
sencillo. Lo complicado viene cuando toca decidir qué comunicar, cómo hacerlo,
cómo conectar con la audiencia o qué errores no debo cometer.
¿Cómo puede un despacho de abogados
beneficiarse usando Twitter?
Gracias a Twitter podrás:
- Ofrecer contenidos especializados
- Ganar mayor visibilidad profesional
- Posicionarte como experto en tu área de
especialidad
- Conectar con otros profesionales: hacer
networking digital
- Obtener información en tiempo real
- Interactuar con tu público objetivo
- Aumentar la transparencia
- Transmitir los valores de tu marca
- Disponer de una herramienta de marketing
muy rentable
- Incrementar tu volumen de negocio
- Mejorar el posicionamiento de tu web o blog (en
caso de que los tengas)
Hay que tener una cosa clara: las
redes sociales no son un fenómeno pasajero.
Han cambiado la manera en que nos comunicamos e informamos y han abierto nuevas
posibilidades de colaboración que nunca antes habíamos conocido. La influencia
de estas herramientas no conoce límites geográficos, ni de edad ni sectoriales.
Estamos ante una experiencia global que está permitiendo el intercambio sin
conocer fronteras, cualquiera que sea la cultura o la lengua.
Literalmente no hay barreras para estas herramientas que además son de
carácter gratuito y no requieren conocimientos tecnológicos avanzados para su
uso y explotación.
Las redes sociales han venido en
definitiva para quedarse y forman parte de nuestra vida cotidiana: Las usamos a
diario como vehículo de información y de conexión con nuestro entorno. Si crees
que las redes sociales no son para ti como abogado, estás desaprovechando los
beneficios que te pueden aportar y estás dando la espalda a la realidad.
Y es que en nuestro sector profesional,
marcado en general por la tradición y el conservadurismo, hay una patente resistencia a incorporar
nuevas formas de hacer las cosas y más si implican el uso de las denominadas
nuevas tecnologías. Es algo que observamos en el alumnado de nuestro curso Abogacía
2.0 y que se deduce claramente de la escasa presencia que
la profesión tiene actualmente en el entorno digital pese a sus bondades y
beneficios evidentes. Está claro, internet y las redes sociales son un
reto. Podemos comprender ciertas reservas ante la aventura de desembarcar en
este mundo, pero no debemos quedarnos atrás en una situación como la actual,
con un mercado en constante movimiento.
Por último: las redes sociales no son ni
buenas ni malas, todo depende de cómo las usemos. No
estar en internet no va a preservar nuestra reputación. No
va a impedir que hablen de ti, eso que tantos temen. Lo importante es emplear
estas herramientas con objetivos establecidos, con una estrategia definida.
Si te
gustó esta entrada, tal vez te interese leer:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Déjanos aquí tu comentario. ¡Gracias por participar en la conversación!